jueves, 24 de junio de 2010
miércoles, 9 de junio de 2010
PUERTO HURRACO
PUERTO HURRACO
Quizá no tendría que haber escrito este artículo, porque supongo que los aludidos en él tienen derecho a que se les olvide, y la última noticia referida al caso –el suicidio por ahorcamiento del último de los condenados– es ya de por sí lo bastante triste. Pero hojea uno la prensa dominical y, en medio del sostenido bostezo que produce la actualidad nacional, lo único que resiste una lectura serena y distanciada es esta noticia. Ha muerto, veinte años después de la célebre matanza, el último de los asesinos de Puerto Hurraco. Todo el mundo recuerda el caso. Después de incubar durante años un odio referido a oscuros conflictos de lindes, a unos amores contrariados, incluso a la muerte nunca aclarada de la madre de los futuros asesinos, un domingo de agosto de 1990 éstos se armaron hasta los dientes y mataron a nueve vecinos de su pueblo.
Los crímenes horribles no son privativos de ninguna región o país ni de ninguna forma de vida particular. Ocurren en todas partes, y en todas partes opera el bendito instinto humano de considerar, contra toda evidencia, que esos sucesos son siempre singulares y excepcionales. Pero, en el caso de la matanza de Puerto Hurraco, la difusión de la noticia se adornó de inmediato con los tópicos sobre la llamada “España negra”. Influyó en ello, por supuesto, el entorno rural en el que ocurrió el crimen: si hubiera sucedido en una discoteca del extrarradio madrileño, pongo por caso, a nadie se le hubiera ocurrido esa generalización abusiva. También tuvo su peso el propio nombre del lugar, que parecía sacado de una novela tremendista. Y fueron determinantes, sobre todo, nuestros propios complejos respecto a la violencia inmotivada y ancestral, como si no hubiera español que no escondiera un cadáver en el armario o tuviera pendiente alguna deuda de sangre contraída por un antepasado.
No tengo yo la solución a este enigma. La propia aburridísima actualidad de la que hablaba antes ofrece ejemplos al respecto: anda medio país enfrentado al otro medio (excluida, claro está, la amplísima mayoría silenciosa, que también la hay) por el enjuiciamiento de un juez que pretendió investigar los crímenes del franquismo. De nada sirven las voces que aconsejan cordura, o las que alegan que hay otras cuestiones que considerar: han salido a relucir todos los fantasmas del pasado, y se han vuelto a invocar, como a los viejos fantasmas que movieron a los asesinos de Puerto Hurraco, a los muertos de uno y otro bando en la ya lejana, pero no olvidada ni superada, guerra civil. Todos guardamos uno en el armario, y lo sacamos gustosamente a pasear cuando la ocasión invita a esgrimirlo contra el contrario. Puede que eso explique la pervivencia de los tópicos asociados a la España Negra. Ésta reúne lo único que tienen en común las dos Españas que vociferan: un pasado sangriento.
Publicado el martes en Diario de Cádiz
Quizá no tendría que haber escrito este artículo, porque supongo que los aludidos en él tienen derecho a que se les olvide, y la última noticia referida al caso –el suicidio por ahorcamiento del último de los condenados– es ya de por sí lo bastante triste. Pero hojea uno la prensa dominical y, en medio del sostenido bostezo que produce la actualidad nacional, lo único que resiste una lectura serena y distanciada es esta noticia. Ha muerto, veinte años después de la célebre matanza, el último de los asesinos de Puerto Hurraco. Todo el mundo recuerda el caso. Después de incubar durante años un odio referido a oscuros conflictos de lindes, a unos amores contrariados, incluso a la muerte nunca aclarada de la madre de los futuros asesinos, un domingo de agosto de 1990 éstos se armaron hasta los dientes y mataron a nueve vecinos de su pueblo.
Los crímenes horribles no son privativos de ninguna región o país ni de ninguna forma de vida particular. Ocurren en todas partes, y en todas partes opera el bendito instinto humano de considerar, contra toda evidencia, que esos sucesos son siempre singulares y excepcionales. Pero, en el caso de la matanza de Puerto Hurraco, la difusión de la noticia se adornó de inmediato con los tópicos sobre la llamada “España negra”. Influyó en ello, por supuesto, el entorno rural en el que ocurrió el crimen: si hubiera sucedido en una discoteca del extrarradio madrileño, pongo por caso, a nadie se le hubiera ocurrido esa generalización abusiva. También tuvo su peso el propio nombre del lugar, que parecía sacado de una novela tremendista. Y fueron determinantes, sobre todo, nuestros propios complejos respecto a la violencia inmotivada y ancestral, como si no hubiera español que no escondiera un cadáver en el armario o tuviera pendiente alguna deuda de sangre contraída por un antepasado.
No tengo yo la solución a este enigma. La propia aburridísima actualidad de la que hablaba antes ofrece ejemplos al respecto: anda medio país enfrentado al otro medio (excluida, claro está, la amplísima mayoría silenciosa, que también la hay) por el enjuiciamiento de un juez que pretendió investigar los crímenes del franquismo. De nada sirven las voces que aconsejan cordura, o las que alegan que hay otras cuestiones que considerar: han salido a relucir todos los fantasmas del pasado, y se han vuelto a invocar, como a los viejos fantasmas que movieron a los asesinos de Puerto Hurraco, a los muertos de uno y otro bando en la ya lejana, pero no olvidada ni superada, guerra civil. Todos guardamos uno en el armario, y lo sacamos gustosamente a pasear cuando la ocasión invita a esgrimirlo contra el contrario. Puede que eso explique la pervivencia de los tópicos asociados a la España Negra. Ésta reúne lo único que tienen en común las dos Españas que vociferan: un pasado sangriento.
Publicado el martes en Diario de Cádiz
martes, 8 de junio de 2010
ESPETACULOS PARA TODOS LOS PUBLICOS
HOLA OS PRESENTO MI CASTILLO DEL TERROR ESTO ERA UN BAR RESTAURANTE TEMATICO DE TERROR NOS DEDICAMOS A EL MUNDO DE LOS ESPETACULOS PERFORMAT ANIMACION TENEMOS ACTORES,MAGOS PAYASOS Y TODA CLASE DE ARTISTAS SOMOS ESPECIALISTAS EN ESPETACULOS SORPRESA ADEMAS DE DJ, TENEMOS PROFECIONALES DE LOS MEDIOS DE COMUNICACION BANDAS DE MUSICA(ORQUESTAS)ORGANIZAMOS CUALQUIER EVENTO:
FERIAS PASAJE DEL TERROR, FIESTAS FIN DE AÑO Y FIESTAS DE HALLO0WEEN NUESTRO CORREO ELECTRONICO ES:
JLVPRODUCIONES@HOTMAIL.COM
TELEFONO 600244481
TELEFONO 954327574
BLOGS DEL GRUPO:
JLVMISTERIOS.BLOGSPOT.COM
ONDAJOVEN-TODOPORUTRERA.BLOGSPOT.COM
RADIOAMIGOSCANAL9DELMUNDO.BLOGSPOT.COM
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SEVILLA LA CIUDAD DE LAS LUCES Y LAS SOMBRAS
SEVILLA ES UNA CIUDAD DE LEYENDA Y SI QUIERES CONOCERLA MEJOR QUE NADIE NO CONTRATE A UN GUIA PROFECIONAL AS BUENOS AMIGOS QUE TE ENSEÑEN LA CIUDAD Y TE MUESTRE TODOS LOS RINCONES MAS BONITOS DE ESTA CIUDAD Y SI PUEDES ESTAR CON UN GRUPO QUE ESTUDIE LA HISTORIA Y ADEMAS TE ENSEÑE LA OTRA HISTORIAS DE SEVILLA MEJOR ASI QUE TE ESPERAMOS EN SEVILLA.
ESTE QUE TE ABLA ES EL SEÑOR DE LA NOCHE SI TE ENCUENTRAS CONMIGO SERA LA ESPERIENCIA MAS FANTASTICA Y MISTERIOZA QUE JAMAS ALLA TENIDO TU TRANQUILO AL VENIR A SEVILLA ME CONOCERAS MUY RAPIDO Y SI NO YO IRE POR TI
EL PUENTE DE LA BARQUETA ALGUNAS PERSONAS DICEN QUE AN VISTO UNA SOMBRA NEGRA QUE SE TIRA AL RIO
ESTOS ARCOS DAN ENTRADA AL ORGANO DE LA DE LA CATREDRAL DE SEVILA
EN ESTE MONUMENTO ESTA LOS RESTOS DE CRISTOVAL COLON LA FIGURA DE LA DERECHA TIENE SU PIE DERECHO SE MUEVE Y DICEN QUE TOCARLO ES BUENA SUERTE
los misterios de la naturaleza chipiona(cadiz)
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